Five Men Running: The Spanish story hour (last updated Oct 25th)

Someone

Adventurer
Si la hay en francés, ¿Porqué no en español? Pero no me he tomado el trabajo de tomar notas sobre la campaña que hemos estado jugando sólo por el orgullo lingüístico, sino también para dar un poco a conocer mi propio mundo de juego y mi grupo de jugadores, los más salaos del universo. Somos todos andaluces y me temo que habrá un buen número de modismos, giros idiomáticos y localismos. Por no hablar de los exabruptos, que se dan como hongos en nuestra mesa de juego, el glorioso comedor de Alfonso, uno de los jugadores. ¡Gracias que éste foro sólo filtra el inglés!

Sería largo y aburrido empezar a contar de forma enciclopédica el trasfondo del mundo y la historia previa de los personajes, así que empezaré directamente por la acción y dejaré que la campaña explique sus peculiaridades sola conforme avanza. ¡Espero que lo disfrutéis!

* * *

Nefneher, el Alto sacerdote, servidor supremo del Dios como revela el elaborado pectoral de oro que lleva sobre su piel oscura, contempla la ciudad de Shanib y el poderoso río Nalai desde la torre de la calzada, la más alta de la Ciudadela. A sus pies, y a su derecha, el imponente bastión de entrada a la ciudadela se dispone a cerrar sus puertas; detrás de él, los palacios, jardines y caminos de la Ciudadela se preparan para el descanso nocturno, vigilados por un sinnúmero de guardias. El palacio del Dios reluce con los últimos rayos del día.
Fuera del recinto sagrado, se extiende el Barrio, constituído por una serie caótica de recintos amurallados que separan los estratos sociales y ocupaciones. Más allá de ellos, las chozas y chabolas de aquellos que no pueden permitirse vivir dentro de un recinto rodean la ciudad creando un laberinto de paredes de adobe.
Una calzada (llamada el porteo) separa la ciudad del puerto fluvial y a pesar de lo avanzado del día sigue habiendo un goteo de estibadores que llevan a cuestas mercancías hacia los almacenes de la ciudad. Y rodeando el ancho río y los canales de irrigación a ambos lados en una línea ininterrumpida de cientos de millas, las casas de tela de los campesinos en medio de los campos cultivados que se alimentan del agua del río, sólo protegidos del desierto árido por una estrecha franja de hierba.
Otra persona llega por las escaleras a la cúspide de la torre hexagonal, escoltado por dos guardias que Nefneher despide con un gesto desdeñoso. El recien llegado contempla la escuálida figura del sacerdote y se inclina ante él en una actitud tan humillante que termina resultando desagradable. “Es mejor hacerlo” –reflexiona- “ante quien puede arrancar el alma del cuerpo con un solo pensamiento.”

- Levántate, Husié, y no temas. No suelo gastar mis energías en arrancar almas por capricho.

Husié se estremece cuando comprende que el sacerdote puede leerle la mente.

- Puedo hacerlo tan fácilmente como leo las escrituras de los muros de palacio. Ahora infórmame de las actividades de tu amo Nercoth y hazlo verazmente, puesto que sabré si mientes.

- Sí, oh mi señor. Nercoth ya ha contratado a cinco hombres que tratarán de llevarse a Tahi pronto.
- Descríbelos.

- Parecen experimentados, oh mi señor. Hay dos cazadores de monstruos del norte; uno alto y fuerte como una torre, se llama Rigtar. El otro tiene piel de color oliva y lleva un salan*; ese es Wojann.

- Continúa.

- Hay uno que debe ser un mago, creo que hermético**, de piel y pelo blancos, no muy alto; no mide más de un kal y una cuarta. Se llama Azhel. Y uno, más pequeño aún, con aspecto de simio, que dice llamarse Rurikk.

- ¿Quién es el último? Piensa.

- Imtohep, oh mi señor. Parece ser un sacerdote, lleva el pectoral de cobre. De estatura media y piel oscura, bastante cabezón. Según mi amo Nercoht son de lo mejor que se puede encontrar en la ciudad.

- Recuerdo a Imtohep. Fue expulsado, y era poderoso. Confío en que sus compañeros sean tan competentes como él. Has cumplido bien con tu cometido; serás recompensado.

Se produce un incómodo silencio.

- No me gusta lo que piensas. He dicho que serás recompensado, mas no ahora. Esto aún no ha terminado; tendrás tu dinero cuando esto llegue a buen término. Vete y sigue informando.

Husié vuelve a inclinarse y baja las escaleras de la torre, tratando de pensar sólo cosas agradables al alto sacerdote. En su camino se cruza con un hombre, de cabeza de león, que lleva el cetro de oro de los oficiales de la guardia en una garra.

- ¿Has estado escuchando?

- Sí, oh mi señor. La guardia de la puerta estará atenta a la llegada de esos individuos.

- Pueden elegir no entrar por la puerta. No es prudente mandar un espía común a vigilarles; se darían cuenta, lo interrogarían, y todo podría estropearse. Ya me encargaré de ello. Pero cuando traten de raptar a Tahi, deben tener éxito. ¿Está claro?

- Sí, oh mi señor. Daré las órdenes oportunas para que la guardia sea retirada del templo de solaz en el momento oportuno.

- ¡Imbécil! De hacerlo así tanto o más daría que hiciéramos salir a la sacerdotisa de las murallas. Debe parecer que el rescate ha sido difícil, ¿lo comprendes?

- Sí, sí, ruego que me perdonéis. Pondré a los peores guardias a vigilar el templo de solaz y mantendé a la Brigada Brutal en su cuartel.

- Eso está mejor. Yo me encargaré que el templo de meditación permanezca ajeno al asunto; pero recuerda que ésto debe permanecer secreto. Ahora me iré, el dios reclama mi presencia.

Y Nefneher desaparece en el aire con un destello de electricidad estática.

*Un arma consistente en una corta asta con cuchillas en ambos extremos. Hay una gran variedad de modelos, según el tipo de hoja que se monte. A pesar de ser un arma doble, es bastante común.
**O sea, hechicero; la traducción de la clase Sorcerer en el reglamento en castellano.
 
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ForceUser

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Argh! I'm going to have to pull out my high school Spanish book and translate.

About time we had a Latin story hour around here! :)
 

DoctorB

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Por fin, puedo practicar mi castellano y leer de jugando (o "gaming" como digo en ingles) al mismo tiempo.

[Vivía en España en 1995-6 y me encanta Andalucia. En cual parte viveis? He perdido tantas palabras que no se si podria escribir bastante bien. Pido perdon por mis muchos equivocaciones.]

Un buen empiezo!
 
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Someone

Adventurer
Somos de Cádiz, DoctorB. Y no hay que disculparse; a veces a mí no hay quien me entienda con el inglés.

Para los que no sepan mucho de España, eso está en el extremo sur. Si podéis localizar el estrecho de Gibraltar ya lo tenéis. Buen clima, buena comida, chicas guapas y mucho paro :rolleyes:

Para que sepáis cuándo buscar, publicaré las actualizaciones los miércoles y sábados
 
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Someone

Adventurer
Unas horas antes, cuando aún era de día, dos figuras se abren camino por el barrio de la gran ciudad de Shanib. Concretamente, por la parte más pobre y cochambrosa del barrio, el lugar donde va a parar, como en un colector, toda la porquería humana de la ciudad. El suelo pisoteado constantemente dejó hace tiempo de ser tierra para convertirse en una mezcla de barro seco, agua sucia y deyecciones de hombres y animales; el caldo de cultivo perfecto para infecciones capaces de pudrir la carne de un hombre en cuestión de días. Brotan de éste suelo chozas de ladrillos de adobe, sin que nada adorne las paredes de ladrillo de barro y paja. Su disposición es caótica: en las zonas y recintos del Barrio donde hay artesanos o vendedores, tienden a organizarse en calles, pero aquí cada uno hace su cada donde el dios le dio a entender. La entrada de las viviendas está protegida por una estera, protección suficiente para los que saben que no tienen nada que merezca la pena robar. Y en medio de éste paisaje, lo peor de la gente se mueve por las calles, acecha tras las esquinas, pulula por los callejones y chozas y trata de cambiar o vender lo poco que tienen, que en muchos casos son ellos mismos.

- Vaya ciénaga infecta. ¿Qué estamos haciendo aquí? –dice Rigtar-

- Tratando de conseguir algún dinero –contesta Wojann-

- No parece que los que viven aquí tengan mucho que gastar.

- Sin embargo, el comerciante nos citó en ésta zona.

Rigtar impresiona por su tamaño: casi 7 pies y medio, y el enorme martillo que cuelga de un tahalí que le cruza el pecho sobre la malla. Wojann, a su lado, va también armado: un salan, un asta con dos extremos largos y afilados, cruza su espalda sujeta por una tira de cuero. Aunque no llega ni al hombro de su compañero, ambos parecen un equipo bien compenetrado.

- A ver chavalín: ¿Sabes dónde está la casa de Rexor? –dice Wojann a un niño que pasa cerca.

El niño (que corretea por las calles como vino al mundo) asiente con su cabecita de zorro. (Literalmente. Tiene cabeza de zorro)

- ¿Y puedes decirnos cómo ir?

El niño extiende la mano, palma arriba, en un gesto inequívoco.

- Qué cabroncete –dice Rigtar- Anda, Wojann, dale un cobre y que nos lleve.

Tras el intercambio de la pequeña pieza cuadrada de cobre, el crío lo único que dice es:

- Podéis llegar poniendo un pie delante del otro –y echa a correr desesperado por una callejuela-

No llega muy lejos. Wojann reacciona con la velocidad del rayo, y corriendo a una velocidad innatural, salta por encima del pequeño estafador rebotando sobre un muro de adobe con un salto mortal, cortándole el paso. Pronto, el niño desnudo de cabeza de zorro señala el camino a nuestros protagonistas atrapado por el puño de Rigtar, que lo deja en el suelo tan pronto llegan a su destino.
Éste consiste en una choza tal como las otras. Cuando Wojann aparta la estera que hace de puerta, se encuentra con una puerta de madera que un hombre alto y de piel escamosa se encarga de abrir desde dentro. El hombre les conduce al lóbrego interior, en el que esperan otros tres porteadores y una sencilla silla de manos cubierta, y descubre otra estera, ésta en el suelo: oculta una trampilla, cubierta por una fina capa de tierra y arcilla. Eso ya es más extraño.

La trampilla se abre para revelar una corta escalera de madera, que lleva a una habitación subterránea iluminada por una lámpara de arcilla. Sentados cada uno en su estera aguardan ya Imtohep, Rurikk, Azhel y un cuarto hombre, corpulento y calvo, vestido con un taparrabo púrpura, que lleva varios anillos y collares de oro. El olor de la comida flota en el aire; una fuente con pescado espera entre los asistentes, cada uno de los cuales dispone de una tabla que hace las veces de mesa. Diez hombres armados con arcos con flechas negras permanecen de espaldas a la pared.

- Un movimiento sospechoso, un signo de concentración más grande del necesario para cortar un trozo de pescado y emplearemos esto –dice uno de ellos sosteniendo una de las crueles flechas explosivas-

- Bésame el culo –es la contestación de Wojann-

- ¡Paz, paz! –interrumpe el hombre gordo- Sentaos, amigos, y servios Siento el recibimiento, pero sé que sabréis disculparlo Volveré a presentarme. Me llamo Nercoth y soy un pobre comerciante. Mis barcos parten hacia Henmiar en busca de piedra, metal y madera y ay, pocas veces vuelven.

- Ahórrate los lamentos –dice Rurikk- Sabemos que estas forrado. ¿Qué quieres de nosotros?

- Daros la oportunidad de ganar un buen dinero. ¿Qué otra cosa puede interesaros, y qué más puedo ofrecer yo? Busco a los mejores ladrones de Shanib. Me he informado bien, y sólo vosotros seríais capaces de hacer lo que os voy a pedir.

- Agradezco el cumplido. ¿Y de qué se trata?

- Ya que queréis ir directamente al grano... Tengo un gran interés en una sacerdotisa del dios*. Me he gastado una fortuna con ella, pero no es bastante. La quiero sólo para mí, a tiempo completo.

- No puedes dejar de pensar en ella.

- ¡Bien que lo sabes!

- Mal negocio está haciendo, amigo. Cuídese de las mujeres, y más de una sacerdotisa.

- Dejadme mis asuntos personales a mí; en cuanto a los negocios, como dices, serán buenos para vosotros, porque estoy dispuesto a pagar un alto precio.

- ¿Cómo de alto? ¿Sabe lo que nos está pidiendo? Los templos son como fortalezas; y siendo el de la ciudadela donde está el dios, será el edificio protegido por humanos más impenetrable del mundo.

- Respecto a lo segundo, eso no es exactamente asunto mío. En cuanto a la primera pregunta, no tiene sentido que hablemos si ni siquiera consideráis correr el riesgo.

- Yo estoy dispuesto a aceptar –dice Azhel- Si la paga es buena. No es imposible salir de la Ciudadela. Pero veamos a cuánto puede empujarle su lujuria.

Nercoth no dice nada; sólo coge un saquito de lino que guardaba en una caja cercana y vacía sobre la estera que cubre el suelo unos ochenta pequeños rectángulos de oro marcados con el símbolo de la ciudad**. Una fortuna. Pero tal como las muestra las vuelve a meter en el saco.

- Serán vuestras si hacéis lo que os pido. Y no es lujuria; estoy genuinamente enamorado; cada día que ella debe ejercer su trabajo es una cuchillada para mí.

- De acuerdo –dice Azhel- Por mí está bien. Pero necesitamos algo de dinero por adelantado.

- Claro. ¿La mitad ahora y la mitad después?

- No está mal –dice Rurikk esperanzado.

- Mejor la mitad luego y la otra mitad después. ¿Creéis que me chupo el dedo? No he llegado a donde estoy fiándome de la gente, menos de ladrones como vosotros.

- No me refería a eso –contesta a Azhel- Sino al modo que emplearemos para entrar en el templo. Ya se ha dicho que es una fortaleza; está férreamente vigilado y cuenta con protección mágica tanto para dentro como para fuera. Todo el mundo sabe eso. Salir, ya veremos cómo salimos. Para entrar, podemos hacerlo como clientes, y eso cuesta dinero.

- Es razonable. De acuerdo, os adelantaré un par de Kal de oro. Eso bastará, si estáis todos de acuerdo.

- Lo estamos.
 
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Someone

Adventurer
- Entonces el plan está claro y es bien sencillo –dice Azhel- Entraremos en el templo como clientes y aprovechamos para pasar un buen rato. A medianoche tratamos de reunirnos para buscar a la sacerdotisa... ¿Cómo se llamaba?

- Tahi

- ¿Y cómo la sacamos de la ciudadela?

- ¿Puedes hacer invisibles a seis personas?

- Me costaría gran parte de mis fuerzas. Además, si estás pensando en salir invisibles del templo, no funcionará; la protección del templo disipará la invisibilidad tan pronto salgamos y quedaremos a plena vista de los guardias.

- Entonces emplearemos algo más de sigilo. –interrumpe Rigtar- Buscamos a Tahi, la dormimos de un mamporro para llevárnosla sin que haga ruido, y empleamos al monito para explorar los pasillos y prevenirnos de los guardias. Salimos el templo sin que nos vean, o por lo menos sin armar mucho jaleo. Una vez fuera nos haces a todos invisibles y salimos de la ciudadela.

- ¿A quién llamas “monito”? –dice Rurikk

- ¿Cómo? –dice Azhel, ignorando a Rurikk-

- Por la puerta, cuando la abran al amanecer.

- ¡La invisibilidad no durará tanto!

- Bueno, pues la abrimos nosotros mismos.

- Rigtar, no es un simple portalón, sino un bastión provisto de una doble puerta y rastrillo, cada uno comandado por una palabra de mando secreta. A lo mejor en el norte no tenéis esas cosas, pero aquí, en Nalai, las cosas son diferentes –dice Imtohep-

- Bueno, estamos de suerte, para eso puedo usar la magia para hacer que todos podáis volar –dice Azhel- Pero debe ser cuando estemos fuera del templo, o de lo contrario la prohibición nos anulará el conjuro cuando tratemos de salir.

- No será necesario que emplees esa magia conmigo –dice Wojann- Puedo saltar el muro exterior fácilmente.

- ¿Cómo... quieras. Ya tenemos un plan, sólo hay que esperar al momento oportuno.

Eso era el “plan”, no precisamente un prodigio de estrategia. Aunque de todas formas, suelen ser muy diferente de lo que luego termina pasando; es algo que les ocurre incluso a los Altos Sacerdotes capaces de arrancar el alma con un solo pensamiento.
 
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Someone

Adventurer
Hay algunas cosas que deberían haber ido en uno de los mensajes anteriores y que por alguna razón no han aparecido. No hay problema, ahí van:

- La moneda que se usa comunmente es la de plata, con un valor similar al de la pieza de oro normal de D&D. Una pieza de oro equivale a 120 de plata. Ambas monedas son rectangulares, marcadas con el nombre jeroglífico de la ciudad donde se han acuñado.

- El Dios no es exactamente un dios en el sentido común de D&D. Es un hombre de carne y hueso con facultades divinas -o eso es al menos lo que cree la gente, incluido los personajes jugadores- Supuestamente, es el ser más poderoso del mundo, aunque no salga de palacio.

De hecho, dios es un término que se usa con facilidad, y se aplica a seres muy poderosos. Un personaje de nivel alto, no necesariamente épico, podría ser llamado así.

- Ni los sacerdotes ni las sacerdotisas son clérigos. Las sacerdotisas son técnicamente el harén del Dios, y cómo a él no le importa compartirlas, el Templo del solaz es en realidad un prostíbulo muy caro. Los sacerdotes son los encargados de la administración y el gobierno, y son bien magos, psiónicos o expertos.

- La mayoría de las clases de personaje han sido retocadas cuando no alteradas totalmente, y estamos usando un sistema alternativo de poderes psiónicos que ésta camapaña se encarga de testear.
 


Someone

Adventurer
Horacio said:
Ey, me gusta!

Ya iba siendo hora de encontrar una historia en español por aqui...

La verdad, casi contaba contigo :D

Sinceramente, creo que lo que viene es mucho mejor que lo poco visto hasta ahora.
 

Horacio

LostInBrittany
Supporter
Someone said:


La verdad, casi contaba contigo :D

Sinceramente, creo que lo que viene es mucho mejor que lo poco visto hasta ahora.

Podias haberme avisado, casi se me pasa ver tu historia!

Pues a la expectativa estoy. Por ahora me esta gustando mucho.
 

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