Es el año 295 tras la conquista de Aegon, una suave mañana en las Tierras de los Ríos. Sin embargo el canto de los pájaros se ve ahogado por el sonido de la multitud. Un bullicio envuelve la aldea en torno a la vieja fortaleza de Currenthall. Los campesinos visitan los puestos de los mercaderes venidos para aprovechar la festividad. Las compañías de actores y titiriteros actúan rodeadas de decenas de personas y obtienen peniques con los que alimentarse hasta la próxima fiesta. Es el décimo noveno día del nombre de Lucer Currentark, heredero de la noble familia que gobierna estas tierras y prometedor joven en edad casadera. Para conmemorarlo su abuelo, Lord Hoster Currentark, ha convocado un torneo para lucimiento de los caballeros y nobles de los alrededores. Todas las familias cercanas han prometido acudir y a lo largo de la mañana sus lideres serán recibidos por Lord Hoster mientras los más jóvenes buscan gloria en los distintos campos del torneo, o cerveza y vino en los pabellones de otros nobles, o quizás una aventura con un joven muchacho a quien no tengan que volver a ver nunca.