Five Men Running: The Spanish story hour (last updated Oct 25th)


log in or register to remove this ad


Horacio

LostInBrittany
Supporter
No lo creo, si te fijas el thread tiene 290 visitas.
Tu has hecho unos 20 mensajes, asi que eso quiere decir que de media unas 290/20 = 14 personas leen esto cada vez que actualizas. :D
 

Someone

Adventurer
En realidad, cada vez que actualizo la historia el contador avanza tres pasos (ya que edito el título) y poner una respuesta lo avanza dos. Y la mayoría de las visitas son porque no se me ocurrió otra cosa que poner ésto como página de inicio...:rolleyes: Es igual. Aunque no creo que más de cuatro personas lean ésto, no es razón para dejarlo, y en cualquier caso ya hay escrito para rato. ¡Mañana más!
 

Someone

Adventurer
- ¿Porqué nos retiene? No hemos hecho nada malo; sólo nos hemos defendido –dice Wojann-

- No les retengo. Sólo les he ofrecido una bebida mientras esperan.

- Dice la verdad, Wojann –contesta Imtohep- Éste hombre es un soldado valiente y sólo quiere tener una charla.

El oficial se da cuenta de lo que ocurre.

- ¡Estás empleando telepatía conmigo! –Exclama sacando su espada- ¡Deja de hacerlo, o...!

- ¡Tranquilo! –exclama Imtohep alzando las manos- Cuando una habilidad se desarrolla mucho, es difícil dejar de usarla. Hemos librado todos un combate duro y aún estamos nerviosos, pero ahora estamos todos entre amigos. Que haya calma.

El oficial envaina la espada y se alisa las plumas del cuello antes de continuar:

- Bien, me alegro de que todo se haya aclarado. Nunca he conocido a hombres del norte, y menos a un cazador de demonios. Supongo que eso nos coloca en el mismo lugar; protegemos a la gente. ¿Cómo es allí éste trabajo?

- Tenemos menos medios y más terreno que cubrir –dice Wojann lentamente- Y muchos no sobreviven. Pero no tenemos jefes y dicen que es una buena vida; mucho compadreo, los duelos con las demás sociedades... está bien. Casi nadie llega a viejo, pero de todas formas casi nadie llega a viejo en nuestro país.

- ¿Y porqué se vinieron a Nalai?

- Aquí hace más calor –dice Rigtar después de vaciar la jarra de cerveza-

- Dicen que el río de allí se endurece cuando sopla el viento del norte y que cae una pasta blanca del cielo que se transforma en agua.

- Sí. El río se congela y nieva.

- Nos vendría bien gente como vosotros, bien entrenada –dice el oficial- Aquí las cosas han ido bien, pero los rumores llegan. Dicen que la guerra de ángeles y demonios se recrudece; cada vez se dejan ver más.

- Que nos lo digan a nosotros –dice Rurikk-

- Y ésta vez –sigue el oficial- puede que no pasen por alto a los seres humanos. ¡Pero no podrán con Nalai! Y si lo intentan, el Dios les dará lo que merecen.

Los miembros del grupo se miran entre ellos.

- Eso espero –dice Imtohep sombrío- Eso espero.

* * *

Según todos los indicios, los Esclavizadores se encuentran en un escondite de los Picos de las Tormentas, lejos al norte. Para llega a él hay que remontar el río, atravesar la jungla y afrontar los peligros de las montañas. Pero el grupo se pone a ello tan rápido como les es posible.

Aunque no antes de que Imtohep tenga que convencerles de no largarse del país tan pronto puedan y dejar que los sacerdotes roan sus intrigas entre ellos. Tiene que describirles una recompensa verdaderamente monumental para que accedan a acompañarle.

Y el viaje no empieza un día demasiado temprano. No han remontado todavía las dos terceras partes del río cuando, justo el primer día del año, comienza a soplar el viento del sur, cargado de humedad. La alegría es general y se celebran grandes fiestas con derroche de fuegos artificiales; un viento puntual garantiza una crecida del río, que arrastrará la tierra fértil del suelo de la jungla y las cenizas volcánicas de las montañas. El limo fertilizará la tierra y eso significa otro año de prosperidad. Pero la crecida del río significa que será peligroso durante semanas, y el río es la única vía eficaz que conoce el país. Más que eso, el agua es el único medio de locomoción que conoce el mundo: Viajar es lo mismo que navegar. Ahora es una carrera contra el viento y el agua.

Cuando llegan a la penúltima ciudad Imtohep debe recurrir a toda la persuasión de la que es capaz para convencer al dueño de un barco para que lo arriesgue en el último viaje, y cuesta al grupo una buena cantidad de plata. Después de todo, la crecida no se espera hasta para dentro de cuatro días. El grupo espera seguir el curso del río a pie a partir de la última ciudad, Kaptah, y cruzar en barca la jungla cuando lleguen a ella.

El viaje será pues provechoso para el dueño del barco. Es el último en salir, así que puede cobrar un buen precio por transportar las últimas mercancías. Mientras el viento y los remos lo impulsan contra la corriente, Rurikk puede vislumbrar, muy muy a lo lejos, las tormentas que ahora diluvian sobre las montañas que rodean la cuenca del Nalai. Para ver mejor, trepa a lo alto del mástil. Y las lejanas tormentas que dan su nombre a las montañas no son lo único que ve.

- ¿Qué son esos barcos? Vienen hacia nosotros.

Cinco botes convergen a fuerza de remo hacia el curso del barco que lleva a los héroes. ¡Piratas de río! Sus botes, más pequeños y ágiles, comen la distancia que les separa de la carga, y las flechas comienzan a volar, sin efecto. O tal vez no; uno de los marineros lanza un grito de terror, pero éste es seguido de una exclamación entrecortada:

- ¡La crecida... se ha adelantado!

Una embestida de agua marrón negruzca se abalanza río abajo hacia los seis cascarones que se mecen en las aguas del Nalai.
 


Someone

Adventurer
Nefneher baja unas escaleras húmedas por el agua que empapa la tierra arcillosa, mal contenida por el revestimiento de piedra del túnel. Está a muchos metros bajo tierra, en un subterráneo que muy pocos seres humanos conocen, y que se extiende, una vez que las escaleras llegan a su destino, por muchos túneles y salas secretas. En una de ellas aguarda un demonio; conformado como un hombre musculoso de casi dos metros de altura, con grandes alas de murciélago, y su cara es una máscara de muerte. Los colmillos inferiores sobresalen proyectándose hasta casi la altura de las cuencas de los ojos y su larga cola reptilesca se agita a un lado y otro de forma hipnótica.

El demonio se arrodilla ante Nefneher cuando lo ve aparecer en medio de la oscuridad más completa.

- Levántate. Tengo al fin una tarea para ti

El demonio se alza dominando al sacerdote y su cara inexpresiva logra mostrar una mueca de satisfacción.

- Lo de Tahi no ha salido como yo tenía previsto –continúa el sacerdote- Pero ha dado un buen resultado. Gracias a ella sé que alguien ha sido mandado por los sacerdotes de Kantut en una misión. No esperan que tenga éxito, pero parece que están preocupados por haber divulgado con ellos un conocimiento peligroso, así que escúchame atentamente: Esos hombres viajan a los Picos de las Tormentas. No debería serte difícil encontrarlos, pero no los mates inmediatamente. Antes deberás averiguar qué se proponen exactamente; vigílalos todo el tiempo que sea preciso.

- Sí, gran Príncipe.

- El área que tendrás que rastrear es grande. Llévate varios demonios más, pero responderás personalmente si alguno de ellos comete un fallo. ¿Está claro?

El demonio asiente con la cabeza.

- Bien. Cambiando de tema, ¿Cómo van los acólitos y discípulos?

- Hacen grandes progresos, Gran Príncipe. Algunos de ellos pronto habrán aceptado totalmente su ascendencia.

- ¿Alguno en particular? –dice Nefneher divertido-

- Tahnta se hace más poderoso cada día, gran Príncipe.

- Ya lo imaginaba –dice Nefneher satisfecho- Vamos, vamos, nadie te quitará el puesto. Ahora –continúa- cumple mis órdenes.

* * *

Mientras los marineros miran horrorizados la avenida que les sepultará dentro de unos instantes, Wojann no pierde la calma.

- ¿Tienes bastantes conjuros de esos que permiten volar para todos, Azhel?

- La duda ofende.

- Bueno, entonces no hay problemas para que salgamos de aquí. Date prisa, sólo tenemos unos instantes.

Pero el capitán del barco oye la conversación y coge a Wojann del brazo:

- ¡Vosotros sois magos! ¡No nos dejéis aquí!

- Suéltame –pero después continúa- Podemos llevar a alguno con nosotros, pero no a todos.

- ¿Qué hay de mi barco y de mi carga? ¡Aunque sobreviva seré pobre el resto de mi vida!

- No es nuestro problema.

- Espera –dice Rigtar- Podemos ayudarle. Pero tendrá que pagarnos un rescate igual a los beneficios del viaje, además de devolvernos el dinero del pasaje.

- ¡Sí! ¡Sí!

- Y un extra de 24 piezas de plata a cada uno. Es nuestra tarifa de mercenarios.

La voz del capitán ya es difícil de escuchar a causa del estruendo:

- ¡De acuerdo! ¡Veinte piezas! ¡Haced lo que haya que hacer, pero hacedlo YA!

- Rápido, Azhel, lánzame ese conjuro de volar. ¡Dad la vuelta al barco y ponedlo con la proa río abajo!

Azhel usa volar consigo mismo y con Rigtar. Después de remontar el vuelo, unos meros gestos y palabras suyas hacen aparecer cuatro copias de su imagen que giran y se confunden alrededor de él.

Mientras, Rigtar se ha elevado hasta alcanzar la parte superior del mástil y lo agarra con firmeza con ambas manos. Espera a que el rugiente monstruo de agua casi ha alcanzado el barco y entonces, gritando a pleno pulmón y forzando el conjuro al máximo, comienza a tirar del barco hacia arriba...
 


Someone

Adventurer
El jugador de Rigtar conoce bien las reglas; sabe que el conjuro de Volar permite llevar un peso igual a tu capacidad total de carga. Él tiene Fuerza 24, 28 cuando entra en rabia, y por su tamaño puede llevar un 50% extra de carga; puede levantar del suelo poco más de 1600 kg :eek: No lo bastante como para levantar el barco, pero sí como para echar una mano. Así que le dije que hiciera una prueba de Fuerza y que según lo que sacara, e piloto tendría un bono. Para ver si lo consiguió habrá que esperar al viernes. ;)
 


Remove ads

Top